miércoles, junio 22, 2005

 

Idiosincrasia


La primera vez que oí hablar de la Matrona de Murcia me pareció una historia extraña.
¿Cómo una madre aparta a su hijo del pecho para dar de mamar a un bebe ajeno?, - me preguntaba. La simbología que le asigna la tradición a este medallón, como paradigma de la hospitalidad de Murcia me parece muy adecuada y definitoria de nuestro carácter.


Matrona de Murcia

A veces desespero de la poca conciencia regional que tenemos. Otras veces me alegro de que el sentimiento de pertenencia a un pueblo nos lleve a agruparnos en Planet Murcia, pero haga fracasar a cuanto partido o iniciativa regionalista ha osado presentarse a unas elecciones.

Para un emigrante que ha podido volver a su tierra después de diez años, (a mi padre lo trasladaron a Madrid y la factoría de Murcia acabó cerrando) el rasgo de la “cansera” aparte de ser muy evocador, es una putada que parece nos incapacitara para reivindicar o al menos no permanecer impasibles ante situaciones que en otros lugares provocarían una revuelta.

El que piense que estoy hablando de “Agua para unos pocos” va listo. Hablo de que nos venden como carril-bici un paseíto por la mota del río y nos callamos. Nos dicen que en el tramo de río de Cieza a Murcia hay un número determinado de vertidos incontrolados y nadie se pregunta cómo se puede cuantificar lo incontrolado. Nos hablan del futuro de una región con salarios bajos y acogiendo “resorts” caros para extranjeros que los pueden pagar y nadie se preocupa por el futuro de los universitarios, pero eso sí; cada año, más licenciaturas. Que todo el mundo pueda estudiar en la región,... para luego irse a trabajar fuera. Hacen en el Carmen un nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria con dinero de Educación (lógico), pasan el Colegio Público a las aulas del antiguo instituto y ceden el antiguo colegio a la Cofradía de los Coloraos ¿!. Para mí que con dinero de educación hemos hecho un museo para una asociación privada de penitentes, pero no sé. A lo mejor soy yo sólo porque nadie dice nada. Nos colocan un monumento “único” en medio de Murcia, descubrimos otro igual en Biarritz y nos callamos. No pudimos decir nada cuando abrieron la avenida en la que han ubicado ese “coprolito”, arrasando con parte de las calles más representativas de la medina (el barrio árabe de la ciudad que destrozó la irrupción de la Gran Vía). Y a la vista del resto de los ejemplos, no sé si hoy hubieramos dicho o hecho algo.

En fin yo quería hablar de la matrona. Cuando la esculpió Hernando de Torquemada en 1575 andábamos pidiéndole a Felipe II que nos dejara ponernos el corazón de Alfonso X en el escudo de la ciudad. Ya teníamos seis coronas, la séptima es borbónica y la concedió Felipe V en 1709. Por eso aparecen seis a los lados del medallón.
Lo que se ve encima es un pelícano (incompleto). El pelícano tiene una simbología cristiana que refuerza la representación de la generosidad de la madre hacia el niño extraño. El pelícano, legendariamente, se pica en el pecho hasta hacerse sangre para dar de comer a sus crías. Me llama la atención la convivencia en un grupo escultórico de un símbolo profano y otro religioso. ¿Hay algún significado oculto en esta extraña composición? (El pelícano es también un símbolo en algunos grados de la masonería)
En esta época de best-sellers sobre sociedades secretas y teorías conspirativas no desentonaría.

Bueno, esto es un pasatiempos mental. Seguro que un estudioso en la materia podría sacarnos de dudas. Puestos a divagar, me gustaría saber si alguien sabe algo de la historia de la imagen que hay en una hornacina de la casa sita en la Plaza del Cardenal Belluga nº 5 (encima de la óptica). Está bastante oculta por los naranjos. A mí me parece que alguna historia tiene que tener detrás.



Belluga

Lo único que he encontrado en internet es que en mayo del año pasado, la actual propietaria renunció a una subvención de 6 millones de pesetas para arreglar la fachada por no disponer del resto del importe. ¡Lástima, porque es una de la casas más bonitas de Murcia!

Y tenemos tan pocas.

Estrambote: Tenía yo la impresión de que este comentario había devenido en algo distinto al objetivo inicial de hablar de la Matrona.Antes de publicarlo, he ojeado un periódico local y me he encontrado con 10 páginas de llantos por el agua que no hemos de beber y 32 de un especial sobre el Salón Inmobiliario de Madrid con los últimos saldos en urbanizaciones, grúas y cemento de la Región. Todo esto no sería extraño, de hecho forma parte de la cotidianeidad de nuestro “polarizado mundo”, si no fuera porque en otra página aparecía otra noticia no menos inquietante. ”Los jóvenes de la Región son de los peor formados de España”.
¡Tengo una cansera!

martes, junio 21, 2005

 

El problema final


Hoy he leído en la prensa que seguidores de las novelas de Sherlock Holmes se reúnen en Suiza para recorrer los lugares por los que transcurre la última aventura del detective (antes de que la presión de los lectores obligara a su autor a “resucitarlo”).
Me he acordado de que el personaje de Conan Doyle era una referencia repetida en los artículos de Manuel Conthe, del que me comprometí a hablar en un post anterior.

Manuel Conthe, el actual presidente de la CNMV tiene un perfil profesional que no permite adivinar su faceta como articulista de ensayos socio-económico-filosóficos.

Fue secretario de Estado de Economía entre 1995 y 1996. Después marchó a Bruselas para trabajar de asesor del Estado español en materia económica. En 1999 lo hicieron vicepresidente del Banco Mundial. Hace unos años volvió y montó una empresa de consultoría pero con el cambio de gobierno de 2004 le ofrecieron el puesto en la Comisión Nacional del Mercado de Valores y aceptó.

A mí, su carrera política no me interesa en absoluto. Sí puedo decir que he hablado con él en la época en que estaba en Bruselas y poco antes de que lo nombraran “controlador” de los mercados de valores, y en las dos ocasiones me pareció bastante amable.

La primera vez le escribí para preguntarle si tenía publicados en internet sus artículos de Expansión. Me contestó diciendo que no estaba tan modernizado, pero me mando una colección de sus artículos fotocopiados del periódico, encuadernados, separados por materias y en el índice me puso en cursiva los que había presentado al Premio Anagrama de ensayo y con un signo de interrogación, los que consideraba que se habían quedado obsoletos. Por el correo supo dónde yo trabajaba y me felicitó por algo que había conocido de este trabajo, en los términos: “No sé si habrás tenido que ver con esto, pero ¡enhorabuena...!”

La segunda vez fue en persona, en Murcia y con motivo de la presentación de un informe económico. Fue agradable, a pesar de tener otra gente esperando para darle el follón, personas mucho más interesantes desde el punto de vista de sus negocios.(En ese momento estaba en la consultora privada)

Me da la impresión de que está intentando mantener una cierta independencia en un puesto que se supone debe tenerla pero que es designado por el Gobierno. No pudieron atacarle cuando se mantuvo imparcial en la operación para apartar a Francisco González de la dirección del BBVA. Poco después y con motivo de un supuesto “exceso de celo” en la normativa de transparencia de los ejecutivos de empresas que cotizan en bolsa, ya le dieron un toque “mediático”. Al menos en mi opinión, era un aviso.

En el último artículo de su primera época en Expansión, hablaba de “El problema final”, la última aventura de Sherlock Holmes, que había inspirado la Teoría de los juegos de von Neumann y Morgenstern. El final de la novela transcurre en Suiza. Moriarty tiende una trampa a Holmes y cuando el doctor Watson acude en su ayuda encuentra en las cataratas de Reichenbach, el piolet y la cigarrera de Holmes con un mensaje de despedida: “Me alegra pensar que lograré librar a la sociedad de la presencia del señor Moriarty, pero temo que sea a costa de algo que apenará a mis amigos y, sobre todo, a usted, querido Watson. Considéreme, mi buen amigo, afectuosamente suyo”

Se despide Manuel Conthe con la esperanza de que aunque sus artículos no hayan servido para detener a ningún malhechor, nos hayan hecho disfrutar con sus juegos lógicos y sus referencias macroeconómicas.

Poco imaginaba Conthe que llegaría a un puesto en el que cabe la posibilidad de que tenga que actuar como el héroe inglés y que su trabajo sirva para detener a algún malhechor de guante blanco y con capacidad para perjudicarlo en su caída.

Del contenido de algunos de sus artículos, escribiré otro día. Por si a alguien le interesa, hay una buena colección en una dirección antigua del diario Expansión, de los días en que era gratuito. El link no lo han quitado y se pueden seguir leyendo. ¡Buen provecho!

jueves, junio 09, 2005

 

Los concursos de blogs


No puedo decir que me sorprenda. ¿Por qué iba a ser diferente en un subconjunto de la población por mucho que los mantenedores de blogs tengan un sesgo de edad o de estudios elementales?

El espectáculo de los premios 20 blogs del periódico 20minutos me recuerda a las peleas de los "reality-shows" de las cadenas de televisión (Me niego a nombrarlos aunque eso pudiera hacer caer en mi página a algún buscador incauto...)

No me refiero a la información que cada uno da en su blog diciendo que está nominado. Esto es normal. Yo diría que nos enorgullece incluso a los lectores habituales (aunque posteemos poco o nada según los casos). Me refiero a la adulteración de un concurso sobre algo que en principio no se hace por afán de notoriedad, (¿o sí?) desde luego, no por afán de lucro. Las acusaciones de votaciones fraudulentas, deberían servir, una vez reconocidas, como es el caso, para ignorar el concurso y a otra cosa (Se cierra el hilo). Un propietario de una bitácora (joder, luego querrán que no usemos el inglés pero es que "blogger" te ahorra unas cuantas pulsaciones) ha votado fraudulentamente porque otros lo hacían y no quería quedarse descolgado... ¿Le parece justificación el que otros lo hagan? No me atrevo a extrapolar esta excusa a otras situaciones de la vida.

De acuerdo. No se trata de ponerse por encima del bien y del mal, es solamente un llamamiento a la cordura. Porque, a estas alturas de la película, ¿alguien piensa que esta atención repentina hacia los blogs por parte de los poderes fácticos es sincera? ¿No tiene que haber más de uno dándole vueltas a la cabeza para tratar de reconducir al redil del pensamiento único a las bitácoras?

Paso de teorías conspiratorias, al menos en la medida del título de este blog, pero he visto algunos blogs "anti-sistema" en las listas del concurso¡?... Bueno, es cierto que te dan publicidad y puede contribuir al objetivo de estos sitios. Pero no deja de ser paradójico. Yo mismo he encontrado gracias a otro diario gratuito algunos blogs que ahora están en mis marcadores, además de "hermanados" con éste en Planet Murcia.

Ah, las paradojas; bonito tema. Un día de estos postearé algo de los artículos de lógica y teoría de juegos de Manuel Conthe (atípico presidente de la CNMV).

martes, junio 07, 2005

 

Algunos cambios


Hoy he encontrado Planet Murcia, un directorio de bitácoras de mi "pueblo".

Muy interesante; el caleidoscopio que supone la red, visto por gente diferente pero próxima. La ruptura de barreras que permite internet y el interés por agruparse y saber de alguien de tu ciudad que piensa como tú o justo al contrario. En el fondo no es sino otra forma de asociarse. Los que les gusta el fútbol, se encuentran en un estadio o en un bar para ver un partido, los que "invertimos" horas navegando en lugar de devorar lo que nos programan en televisión, al final, caemos en la tentación de participar de la fiesta.

Pues bien, hace meses abrí un blog. No lo publiqué por vergüenza y porque en el fondo no estaba convencido de su futuro. Se llamaba "Mi blog". Total; se lo había dicho a tres amigos... Estos meses he conocido otros blogs. Unos magníficos por el diseño, otros por los contenidos; unos genéricos, otros muy especializados. La mayoría, de veinteañeros; alguno perteneciente a alguien con más de 5 bits.

Me he decidido a solicitar la inclusión de esta página en Planet Murcia, para lo cual lo primero que necesitaba, era cambiarle el nombre. Un problema, para un aprendiz de todo y maestro de nada como yo. Al final me quedo con una frase que le oí a Santiago Auserón en un concierto en el Malecón hace veinte años (joooder). Presentando "Duda", una "bonus track" de la versión cassete de "la ley del desierto, la ley del mar", dijo algo así como "Hay veces en las que la duda es lo más ético..." Durante 20 años me he aplicado muchas veces el cuentecito. Por supuesto no es una duda que incapacite para actuar, es una duda frente al dogmatismo, frente a los que repiten consignas.
A mí me ha valido. Y como título para un blog, me gusta por su vigencia.
¡Ara que fa vint anys!

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