domingo, diciembre 05, 2004
El último libro de Marías
¡Ya está! Lo terminé. Y ahora a esperar otros dos años hasta la tercera parte, que estoy convencido de que no será la última.
Toda la novela transcurre en dos noches. No se puede recomendar al que busque mucha acción, ni muchos personajes (hay que buscarlos en la primera parte y en "Todas las almas") Se puede leer y disfrutar sin haber leído aquéllas pero pierde parte del interés, no tanto porque no se siga la trama (apenas avanza) sino porque los personajes de las otras novelas vuelven a la memoria del protagonista para enriquecer sus reflexiones sobre, como no, la muerte, la guerra y más en general la violencia y el miedo.
Después de un mes prohibiéndome leer la web del escritor, ahora voy a ver que opinan por ahí. Me imagino que las críticas las tendré que buscar en otro sitio, porque JM tiene seguidores incondicionales que son los que nutren los foros y blogs sobre su vida y obra.
A mí me ha gustado mucho. Una hora después de acabar su lectura, no me atrevo a reflexionar en voz alta (en un blog) sobre las múltiples sugerencias que van destilándose en sus páginas. Ahora tengo la oportunidad de ir a buscarlas en una segunda lectura o de investigar sobre el escritor falangista, igual que hice en el primer tomo con los delatores difamadores de Julián Marías. (Es la única licencia autobiográfica concedida por el autor, aunque yo creo que no es la única y que el personaje del padre del protagonista sigue en esta segunda parte narrando vivencias del padre-filósofo)
De momento y para empezar, me aplicaré lo que el padre del protagonista le pedía a su hijo cuando en sus juegos infantiles, le hacía analizar o describir una situación y tras hacer una interpretación literal, previsible o lógica (especialmente en un niño), le hacía seguir pensando con la pregunta : ¿Y qué más?
Toda la novela transcurre en dos noches. No se puede recomendar al que busque mucha acción, ni muchos personajes (hay que buscarlos en la primera parte y en "Todas las almas") Se puede leer y disfrutar sin haber leído aquéllas pero pierde parte del interés, no tanto porque no se siga la trama (apenas avanza) sino porque los personajes de las otras novelas vuelven a la memoria del protagonista para enriquecer sus reflexiones sobre, como no, la muerte, la guerra y más en general la violencia y el miedo.
Después de un mes prohibiéndome leer la web del escritor, ahora voy a ver que opinan por ahí. Me imagino que las críticas las tendré que buscar en otro sitio, porque JM tiene seguidores incondicionales que son los que nutren los foros y blogs sobre su vida y obra.
A mí me ha gustado mucho. Una hora después de acabar su lectura, no me atrevo a reflexionar en voz alta (en un blog) sobre las múltiples sugerencias que van destilándose en sus páginas. Ahora tengo la oportunidad de ir a buscarlas en una segunda lectura o de investigar sobre el escritor falangista, igual que hice en el primer tomo con los delatores difamadores de Julián Marías. (Es la única licencia autobiográfica concedida por el autor, aunque yo creo que no es la única y que el personaje del padre del protagonista sigue en esta segunda parte narrando vivencias del padre-filósofo)
De momento y para empezar, me aplicaré lo que el padre del protagonista le pedía a su hijo cuando en sus juegos infantiles, le hacía analizar o describir una situación y tras hacer una interpretación literal, previsible o lógica (especialmente en un niño), le hacía seguir pensando con la pregunta : ¿Y qué más?
viernes, diciembre 03, 2004
Partido
He abierto este post para que disfrutemos del ambiente pre-partido. Después del partido me comprometo a abrir otro para seguir comentando las jugadas más interesantes. Voy a colgar un hilo con la conversación mantenida por e-mail (la que le ha llegado a todos)
